ELOGIO A LO INESPERADO

Vladimir Kush
Departure of the Winged Ship

La vida es lo que pasa mientras haces otros planes, dice John Lennon en su canción “Beautiful boy”, un mensaje que llega en estos tiempos como recordatorio de que la vida está llena de momentos impredecibles y quizás esto es lo que, a la final, constituye su esencia misma.

 Cada uno de nosotros, nos movemos día a día sobre un lienzo en blanco, atados a una realidad en la debemos elegir y tomar decisiones sin saber cuál pudiera ser el resultado. Vivimos realmente sin ninguna preparación y así actuamos, porque no hay garantiza ni certezas. Por más que lo ensayemos o por más que queramos (pura necesidad) controlar todas las situaciones, siempre estamos a merced de lo real de ese momento crucial y sus múltiples posibilidades. Como cuando hacemos el itinerario de un viaje y cuando llega el día terminamos, por ejemplo, en otro plan que no habíamos imaginado (¿no son siempre estos los mejores planes?). O, como cuando tenemos que dar un discurso (exponer ante un público o hablar en privado con alguien) y tratamos de armar un guion, incluso llegando a imaginar las posibles respuestas y reacciones de nuestro interlocutor, para luego darnos cuenta que en el momento real, nuestras palabras tomaron quizás un rumbo distinto, se volvieron otras, o que la respuesta del otro nada tenía que ver con la que imaginábamos (a veces, eso es totalmente una fortuna)

Ahora bien, no hay duda de que la fuerza creadora que se esconde detrás de lo inesperado, se encuentra, no solo en lo cotidiano, sino también en gran número de obras artísticas y de inventos que, a menudo, nacen producto de “casualidades” o accidentes que ocurren mientras se busca o se investiga otra cosa, como fue el caso, por ejemplo, de Alexander Fleming y la penicilina o  Wilhelm Röntgen y los rayos X.  Lo que pone en manifiesto que, en la vida se encuentran cantidad de analogías escondidas a la espera de ser transformadas en conexiones, capaces de derrumbar el plan trazado previamente y ofrecernos perspectivas completamente distintas.

Así pues, aunque con frecuencia nos cause temor  lo nuevo o lo desconocido, la naturaleza de las cosas siempre nos laza una invitación para abrir espacio a lo inesperado, reconociendo que siempre será inevitable su presencia e, incluso, dando cuenta de que es un aspecto que se hace necesario propiciar cuando se está ausente, porque aunque estas situaciones impliquen pasar por momentos incomodos, son este tipo de experiencias las que más nos llenan de vida.

 Lo inesperado es una ventana abierta que proyecta maravillosas oportunidades, porque nos incita a pensar diferente, a salir de la rutina, a ir más allá de nuestros límites mentales, a ser creativos. Sobretodo, es un mensajero que intenta recordarnos que la vida no es lineal ni estatica, que siempre es incierta, por está razón,  nuestra realidad está en constante movimiento y , en ocasiones, es suceptible a grandes cambios que pueden ocurrir de  un momento a otro. La construcción  personal de una vida más ligera implica entonces, dejar de aferrarnos a lo que está fuera de nuestro control para dejarnos llevar  por esas situaciones que nos ocurren sin planearlas y disfrutar el recorrido por sus innumerables caminos.

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