Es común hoy en día escuchar, cuando alguien menciona la psicología, expresiones como “yo no estoy loco” o “eso es para locos” como si fuese la psicología una especie de práctica desarrollada solo para una característica población que algunos denominan “locos”, y por el fuerte rechazo que aún se mantiene a esta profesión, también se entiende que es un tipo de práctica desagradable o tortuosa de la que solo pueden salvarse las personas “normales”. Precisamente, hace algunos días, alguien hizo el ejercicio de compartir con amigos y conocidos, por medio de una de las concurridas redes sociales, una infografía acerca de algunas razones por las cuales acudir a un psicólogo clínico y las reacciones de algunas de aquellas personas ejemplifican un poco esta visión cultural de aversión sobre la psicología, expresiones como: “Hasta allá no llego”, “Por qué me envías esto?”, “Crees que debo ir a un psicólogo?” o “ Seguramente usted ya visitó uno”demuestran que la sola idea de tener que ir a un profesional de la salud mental resulta incómoda y, además, ofensiva cuando entienden que alguien se los sugiere, pues de alguna forma la idea psicólogo- locura y locos- debilidad mental, los hace creer que se encuentran en una posición en donde otra persona es superior a ti mientras tú estás en nivel de inferioridad y fragilidad, que seguramente no asumes así.
SOBRE EL DERECHO A SER ESCUCHADOS
domingo, 20 de agosto de 2017
Es común hoy en día escuchar, cuando alguien menciona la psicología, expresiones como “yo no estoy loco” o “eso es para locos” como si fuese la psicología una especie de práctica desarrollada solo para una característica población que algunos denominan “locos”, y por el fuerte rechazo que aún se mantiene a esta profesión, también se entiende que es un tipo de práctica desagradable o tortuosa de la que solo pueden salvarse las personas “normales”. Precisamente, hace algunos días, alguien hizo el ejercicio de compartir con amigos y conocidos, por medio de una de las concurridas redes sociales, una infografía acerca de algunas razones por las cuales acudir a un psicólogo clínico y las reacciones de algunas de aquellas personas ejemplifican un poco esta visión cultural de aversión sobre la psicología, expresiones como: “Hasta allá no llego”, “Por qué me envías esto?”, “Crees que debo ir a un psicólogo?” o “ Seguramente usted ya visitó uno”demuestran que la sola idea de tener que ir a un profesional de la salud mental resulta incómoda y, además, ofensiva cuando entienden que alguien se los sugiere, pues de alguna forma la idea psicólogo- locura y locos- debilidad mental, los hace creer que se encuentran en una posición en donde otra persona es superior a ti mientras tú estás en nivel de inferioridad y fragilidad, que seguramente no asumes así.
EDUCACIÓN SEXUAL EN LA PRIMERA INFANCIA
domingo, 13 de agosto de 2017
La educación sobre la sexualidad
en la infancia resulta un tema fundamental para la compresión de los niños y
niñas, para su acompañamiento y protección. Es por esto, que es fundamental que
todos quienes estamos en contacto cercano con niños conozcamos acerca de las
conductas sexuales en este periodo de la vida y los aspectos implicados en las
mismas. Es en este sentido, en que surge esta segunda parte sobre la sexualidad
en la infancia, con el objetivo de profundizar y abordar algunos puntos
importantes sobre esta temática, al tiempo en que se responden las dudas e
inquietudes más comunes de los padres al respecto.
LA SEXUALIDAD INFANTIL
miércoles, 9 de agosto de 2017
Mucho se ha escrito sobre la sexualidad humana y cada vez, resulta relevante para padres, cuidadores y maestros hablar del tema con los más pequeños. Sin embargo, al ser la sexualidad un tema que culturalmente poco se ha tenido la libertad de hablar, encontramos que muchas veces esta tarea resulta un desafío puesto que nosotros mismos debemos enfrentarnos con esos juicios morales que la sociedad ha establecido frente al tema y en ocasiones, encontrarnos con la incomodidad de hablar sobre algo que tampoco nos hablaron. Es así como alrededor de la sexualidad gira la confusión, el malentendido, el tabú.
El filósofo Maurice Merleau Ponty ( 1975 ) expresa que “Hablar de sexualidad humana es hablar de la esencia misma del ser humano.” Y es que la sexualidad no es más que la forma en que nos relacionamos con el otro, una relación que se encuentra atravesada por el cuerpo. Esto implica a su vez una forma de conocer y relacionarse con el propio cuerpo. En este sentido, la sexualidad es un aspecto central a lo largo de la vida del ser humano y resulta fundamental puesto que representa la base para la construcción de la identidad así como también se encuentra estrechamente relacionado con el desarrollo de la capacidad de amar y la aptitud para relacionarse con los demás.
La sexualidad comprende a su vez la energía vital, la vida, el descubrimiento, el desarrollo personal, lo interaccional, lo dinámico. De allí que su desarrollo pleno es esencial para el bienestar individual y social. Así pues, el ser humano se encuentra en contacto con la sexualidad desde su nacimiento hasta su muerte, es algo de lo cual no puede desanudarse. De esta forma, los esfuerzos por anular esta dimensión de su ser siempre resultarán infructuosos y en algunos casos, desembocará en diversas patologías psicológicas de manera directa o indirecta.
Ahora bien, la sexualidad como tema central en la vida de los seres humanos se vive en todos los momentos de su desarrollo pero no de la misma manera. En la infancia, los niños y las niñas comienzan a descubrir el mundo que los rodea así como también su cuerpo y el cuerpo de las otras personas que lo rodean. Esta exploración tiene el objetivo de conocer como es su funcionamiento. El descubrimiento de las partes del cuerpo será entonces el foco central de los niños y niñas durante los primeros años de vida, tomando mayor interés alrededor de los tres a los cuatro años los órganos genitales debido a que en este periodo surge una gran curiosidad por las formas de los cuerpos y las diferencias entre los sexos.
Así pues, la exploración en esta edad consistirá en tocar los genitales, lo cual les produce sensaciones agradables debido a que es una parte del cuerpo muy sensible. Por ello, es muy corriente que a esta edad, quieran repetir esos tocamientos. Frente a esto, es importante que los padres puedan actuar con naturalidad, entendiendo que estas conductas hacen parte del desarrollo normal de los niños y niñas. Recurrir como respuesta a reacciones negativas como los castigos, los regaños, o las amenazan generara en los pequeños mensajes equivocados en torno a la sexualidad y qué marcarán en su desarrollo posterior. La labor de los adultos siempre debe ser guiar y orientar el desarrollo de los niños y niñas en todas sus dimensiones. En la infancia, los padres pueden regular estas conductas sexuales interesándolos en otra actividad, si las realizan como mucha frecuencia, o explicándoles que los genitales pueden tocarlos cuando estén en privado, cuando se observe que esta conducta las realiza en público. Recuerde que los intereses de los niños acerca de la sexualidad, son parte de su curiosidad y se les debe responder con veracidad, naturalidad, afecto y respeto.