PONER EN VOZ... ESO QUE SOMOS

lunes, 29 de octubre de 2018





 “…aquello que el sujeto no puede decir, lo grita por todos los poros de sus ser.” Lacan



Una de las mayores paradojas de la comunicación consiste en creer que hablamos, incluso, creer que hablamos eso que queremos, cuando en realidad en lo decimos se encuentran, como en mensajes cifrados, aquello que han querido decir los otros. Es decir, somos hablados. Desde que nacemos, somos recibidos por un discurso que nos hace su objeto, que a su vez, configura esa ventana frente a la cual miramos la realidad.  Es así como detrás de aquello que se pronuncia se encuentran las voces de los otros inscritas en la memoria, en ocasiones contradictorias entre sí o en discordancia con nuestra propia voz, lo que supone una cuestión conflictiva en donde en ocasiones quedamos atados, abolidos, sin voz, limitados en voluntad y deseo. Sin embargo, ante lo que es difícil de articular en palabras impera el puro acto. De esta forma, aquello que no hablamos lo representamos de alguna manera con nuestro cuerpo y los actos, con eso que se hace.

SUFRIMOS POR MIEDO A SUFRIR

sábado, 8 de septiembre de 2018




"El psicoanálisis no promueve la idea de que al final del camino nos espera la felicidad o la armonía, sino un modo diferente de habitar el desamparo, la soledad y la infelicidad de la condición humana. Una manera menos tonta". Gustavo Dessal


En una época de euforia y de búsquedas implacables por el placer y la felicidad, parece que al dolor le ha tocado asumir un lugar negado y casi que impronunciable. Cada vez el hombre se encuentra sumergido en un mundo que apuesta a un ideal de éxito, excelencia, felicidad y liberación del dolor. Sin embargo, es una apuesta en las que siempre llevará las de perder, puesto que una cuota de sufrimiento y de conflictos hacen parte de aquellas vicisitudes inevitables de la vida.   Ahora bien, es importante aclarar que si bien el sufrimiento es inherente al vivir  en algunos casos puede convertirse en algo excesivo que afecta significantemente el bienestar de una persona y que lo lleva a cargar a cuestas un saco de padecimientos  sin saber muy bien por qué.

¿DE QUE SOMOS CULPABLES?

miércoles, 30 de mayo de 2018
                                                   



“Les Lumières qui ont découvert les libertés ont aussi inventé les disciplines”
Michel Foucault


Es frecuente encontrarnos en nosotros con un sentimiento intolerable e inexplicable, que llevamos a cuestas y del cual es difícil desligarse: la culpa. Ese sentimiento que no es el resultado de un crimen, o por lo menos no desde el punto de vista legal sino que reside en una intención que tiene que ver con una realidad interna, en donde a la final, vivimos como el peor de los criminales. Solo basta detenernos un segundo en nuestra historia para tocarnos de frente con la variada gama de afrentas con las que contamos. Y es que como dice Heidegger, de la culpa nadie se escapa en cuanto se exista. Sin embargo, este sentimiento puede volverse en ocasiones en algo tan intenso que lleva a atormentar la vida de algunas personas y a erigir, de esta manera, el camino por donde se elige vivir.

El deseo...

domingo, 11 de marzo de 2018





Podríamos decir que el sujeto neurótico va en la dirección contraria a su deseo. Se identifica a la masa - y superyó mediante- asume que si eso es lo que quieren los otros, debería ser lo que él o ella quiere. Así, el sujeto neurótico va con -y no contra- la corriente, con todo lo que este término implica, es decir, no correrse de la norma. Sin embargo, el neurótico es un sujeto profundamente desorientado en cuanto a lo que desea, aunque parezca que está pedaleando, es un sujeto sin rumbo, que paradójicamente quisiera ir para el otro lado. (Por Sofía Rutenberg ) 

(DES)APRENDER A SER MUJER

viernes, 19 de enero de 2018
Las señoritas de Avignon (1907) Picasso



“San Juan Crisóstomo decía: "Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía: "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre".
La iglesia Católica, les prohíbe la palabra.
Los fundamentalistas musulmanes, les mutilan el sexo y les tapan la cara.
Los judíos muy ortodoxos empiezan el día agradeciendo: "Gracias Señor por no haberme hecho mujer".
Saben cocer.
Saben bordar.
Saben sufrir y cocinar.
Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.
Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.
Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos. (…) “ Eduardo Galeano
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